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lunes, 21 de abril de 2014

Gestión por Autonomía.

Últimamente estoy bastante inmerso en el estudio del Management en la Empresa, la lectura de varios libros sobre innovación en Management me está haciendo remodelar de forma constante mis principios sobre la forma de gestionar los recursos en una organización.

Cohesionando teoría y práctica, estoy preparando un pequeño trabajo de investigación donde puedo corroborar y confrontar las distintas opiniones y estudios que en blog´s, foros y libros especializados sobre Management he ido recogiendo.

Centrándonos en una de las áreas más importantes del Management, la gestión de personas, me gustaría dar hoy una pincelada sobre una competencia que a día de hoy pienso que habría que valorar aún más si cabe, se trata de la AUTONOMÍA. Si atendemos a definiciones antiguas de autonomía podemos entender que:

Una persona es autónoma cuando es capaz de ponerse a sí misma sus propias normas; cuando no se rige por lo que dicen, sino por un tipo de normas que cree que debería de cumplir cualquier persona, le apetezca a él o a ella cumplirlas o no” Kant




Pero realmente ser autónomo consiste en “ser capaz de imaginar, emprender, desarrollar y evaluar acciones o proyectos individuales o colectivos con creatividad, confianza, responsabilidad y sentido crítico”

En el ámbito empresarial la autonomía es vital para poder optimizar recursos tan importantes como el tiempo o el coste económico, indicadores que en su cómputo global hacen a la organización más productiva.

Porque como dice Ricard LLoria en uno de sus grandes artículos "en muchas ocasiones los empleados pasan más tiempo preguntándose qué tienen que hacer que realmente haciendo lo que tienen que hacer".

¿No es esto un problema de falta de autonomía?

Exacto, desde mi punto de vista lo es, pero sin duda es una competencia que no podemos identificar únicamente en el mapa competencial del empleado ya que está directamente relacionada con la gestión del propio Manager.

Por tanto, para que un empleado logre un nivel elevado en autonomía es preciso la correcta gestión por parte de su Manager de las tareas que debe hacer, es necesario un excelente nivel de información (si llegar a producir sobreinformación) y sobre todo y lo más importante es vital que el Manager haga entender al empleado cuál es el criterio para trabajar ( en este punto tengo que reconocer que hay jefes que no terminan de compartir el saber, es como si solo quisieran dar un poco de lo que ellos saben por temor a que un día puedan ser superados por sus empleados, pero este hecho solo origina una gran pérdida de productividad para la empresa ya que el
empleado tiene que estar constantemente esperando el visto bueno del Manager, o las pautas de procedimiento de cada tarea que va a realizar) en definitiva gestionar la autonomía de tus empleados es confiar plenamente en ellos, que piensen y actúen con los criterios que tu tendrías sin necesidad de tener que perder parte de su tiempo de trabajo esperando a que tú también interrumpas la tarea que estés haciendo para darles las pautas a seguir.

Ser autónomo es ser eficaz, productivo y por tanto rentable para una organización, por eso debemos de entender que la autonomía no la trae únicamente el empleado en su mapa competencial sino que también es parte de la relación y gestión que el Manager hace de ella.

Muchas gracias por visitar el blog.

Feliz semana.

Javier García Rubio.