Habitualmente somos muchos los que participamos en procesos
de selección y en entrevistas no tienen el resultado que
esperábamos.
Esto, en muchas ocasiones se debe a una mala planificación
de la entrevista, a la influencia de los nervios,a un mal enfoque de las
preguntas o incluso a la falta entrenamiento (¡sí! La entrevista es algo que se
entrena y se prepara).
Os hablo desde mi experiencia personal desde el otro lado
(como candidato) que como muchos de vosotros he vivido alguna entrevista de la
cual me han desestimado para el puesto, la sensación de ese día en el que
recibes la noticia es una mezcla entre decepción, tristeza e incluso inutilidad...
En definitiva es un bloque de hormigón que cae
sobre nuestra Confianza, esa que
con trabajo y esfuerzo hemos ido levantando y que de un momento a otro se
tambalea por una simple llamada, una decisión que puede ser o no ser la
acertada.
Aprender a que esa llamada no nos haga perder ni un solo
ápice de nuestra confianza, es algo que podemos trabajar, se trata de ver el
proceso de selección que hemos pasado cómo una experiencia de aprendizaje, de
crecimiento y de valor que nos mejore como profesionales y nos relance para
afrontar próximas entrevistas con más entereza y por supuesto con más sabiduría.
Aquí os detallo 4
hábitos de aprendizaje si has sido descartado de un proceso de selección:
- 1) Pídele
feedback al entrevistador. Seguro que a veces te has hecho la pregunta de ¿Qué habrá fallado en mi entrevista? A
veces por temor o vergüenza se evita preguntar al seleccionador, pero si te
dieran una opinión fundamentada de por qué no encajas en el puesto, de aspectos
que debes de mejorar en próximas entrevistas tendrías material para trabajar en
tu mejora contínua y sobre todo y te aseguro que tu sensación de fracaso y de
decepción cambiaría.
- 2) Apunta en
un papel 3 cosas positivas y 3 negativas de tu entrevista. Este es un
hábito que aconsejo a todo aquel que realice un proceso de selección, y es
sentarte en casa, tranquilo, una vez finalizada la entrevista y realizar una pequeña
autoevaluación donde señales en un papel 3 aspectos positivos y 3 aspectos que
crees que debes de mejorar.
- 3) Analiza
qué competencias principales se requerían para el puesto de trabajo, en
otras palabras, descubre qué buscaba la organización de ti, este punto será muy
efectivo si vuelves a realizar un proceso de selección con la misma compañía,
analiza las preguntas que el entrevistador te hizo y con ello saca
conclusiones, por ejemplo si en tu entrevista el seleccionador te hizo varios
preguntas orientadas a anteriores logros grupales y situaciones en la que hayas
tenido que afrontar retos y problemas en grupo, seguramente estará valorando tu
capacidad de trabajo en equipo y cual era tu papel en el mismo (si muestras
liderazgo, iniciativa, etc). Analiza las 4 o 5 competencias que has detectado
en la entrevista y como consejo dedica un tiempo a pensar si la experiencia que
le contaste al entrevistador respondía a la competencia que el entrevistador
buscaba en ti. Piensa en otras experiencias que sí demuestren evidencias de
aquellas cosas que te preguntaron y escríbelas en tu cuaderno.
- 4) Proponte
un plan de mejora. ¿Qué me faltaba para haberme hecho con el puesto?
Conocer cuál es tu punto débil es clave para entender por qué no has sido el candidato elegido, por ejemplo si el entrevistador de repente te interrumpe con una frase en Inglés para que continúes la conversación y no
sabes seguirla. Está claro que si queremos optar a dicho puesto debemos de
plantearnos el objetivo de aprender el idioma y así ser más competitivos en próximas
entrevistas.
Como cierre, y ahora hablo desde mi experiencia dentro del
sector de Gestión de Personas, vivimos una época donde muchas de las personas a
las que entrevistamos sufren grandes necesidades de tener un empleo, ya sea
bien por necesidad económica, personal, de autoestima, en la mayoría de los
casos como entrevistadores tenemos en frente a personas con extrema necesidad
de trabajar y por eso, es vital que tras descartar a estas personas dediquemos
5 minutos de nuestro tiempo a ofrecerle una retroalimentación que sea capaz de
orientarlos a que mejoren ciertos aspectos en próximas entrevistas, sigan trabajando y
por supuesto sepan que las puertas de nuestra empresa siguen abiertas para
ellos.
Muchas gracias a todos por visitar el blog.
Un fuerte abrazo.
Javier García Rubio.
Buenas noches,
ResponderEliminarHe leído este post y me he sentido muy identificada.
Te doy toda la razón en que hay que entrenarse para ir a las entrevistas. Yo lo hago siempre y es cierto que entre más entrevistas tienes, menos nervios y más seguridad.
Todo lo hace la práctica.
Cuando salgo de una entrevista, lo primero que hago, es recordar todas las preguntas que me ha hecho el entrevistador y mis respuestas. Pienso en qué pude haber fallado o que debí hacer o explicar mejor.
Ahora mismo me encuentro en un proceso de selección, he pasado la primera entrevista y me queda saber el resultado de la segunda y definitiva para acceder al puesto de trabajo. La incertidumbre me está matando... pero tengo que tener paciencia y esperar. Ojalá sean buenas noticias, pero si no lo son, me ha venido genial leer este post para por si acaso. Hay que estar siempre preparado para todo. Pero mientras voy a pensar positivo y voy a creer en que sí... qué tengo muchas posibilidades de ser elegida ¿Por qué no?
Gracias por elaborar este post tan interesante.
Saludos desde Gran Canaria.
www.nosinmisgafasdesol.blogspot.com.es