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martes, 26 de febrero de 2013

Prohibido decir: "No sé", "No puedo"...

Hace unos días me contaron una historia real sobre una madre de familia que tenía 14 hijos, la gente asombrada se preguntaba como gestionaría esta persona una casa de familia tan amplia, bien pues esta persona comento que en su casa estaba todo muy bien organizado y planificado, desde un primer momento se mantuvo dos turnos de comida y cena, en el primero cenaban los más pequeños y los mayores colaboraban en ayudar a la madre a hacer la comida, poner la mesa, llevar los platos, para luego pasar al turno de los mayores.


Una de las cosas que más me llamo la atención, es que en su casa había un principio inamovible y para todos, estaba totalmente prohibido decir estas dos frases: ¡NO SÉ!, ¡NO PUEDO!


Como sabéis expresiones muy comunes en los pequeños y no tan pequeños que ante la vaguez o el desconocimiento de realizar una tarea que se le sale de sus esquemas responden con alguna de estas expresiones exculpándose de su realización.

Esta iniciativa de la madre me resultó muy interesante, ya que hoy día es muy común ver a niños sobreprotegidos y totalmente dependientes de sus progenitores.

Estos principios los trasladaría a muchas empresas, donde sus trabajadores temen a lo desconocido, a realizar tareas diferentes o al cambio. Estas personas no se imaginan cada vez que dicen “No puedo” el efecto tan negativo que produce en ellos, y es que en la mayoría de las ocasiones, no hay mayor resistencia que la que nos ponemos nosotros mismos.

En España por desgracia no existe la “cultura del error” y entre otras cosas, se debe a las barreras que nos ponemos pensando que no vamos a ser capaces, que vamos a quedar en ridículo, a estropear las cosas, y para vencer esta cultura es necesario que empecemos por nosotros mismo eliminando estas palabras de nuestro vocabulario, de nuestra mente y comencemos a desarrollar la autoconfianza.

Para eso es necesario que apliquemos tanto en nuestra vida personal como en la profesional la  cultura de la autosuficiencia, del error, del aprendizaje, del talento, del emprendimiento...

Relacionado con este temática, me gustaría recomendaros un libro titulado “Prohibido Quejarse” de John Gordon, una historia basada en una directora de recursos humanos que pasa por una gran crisis organizacional en su empresa y decide implantar la regla de  Prohibido Quejarse, es fascinante los resultados que obtiene gracias a ella.

¡Feliz martes!

7 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. ¡¡Buenas Laura!! En primer lugar mil gracias por visitar mi blog, la verdad es que estamos mal acostumbrados desde pequeños a ir guiados siempre por nuestros padres y eso no nos hace ningún bien ya que al final nos hacemos totalmente dependientes y no nos atrevemos de salir de nuestra zona de confort.

    ¡Un abrazo!

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  4. Estupendo, me ha encantado, ánimo, hay talento y es esperanzador la divulgación de buenas ideas...Nosotros éramos cinco hermanos y siempre he pensado que mi madre era mi ídolo. Teníamos un ejecutivo en casa aunque pareciese que su trabajo era sus labores... Y lo bueno es que todos nos miramos en ella para ahora organizar nuestras familias.

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    1. Una casa de familia es la fiel imagen de cualquier empresa, valores como la confianza, el trabajo en equipo, el liderzago de una madre o un padre son esenciales para que esa casa siga adelante. Aquellas empresas/familias que apuesten por la superación y el positivismo demostrarán a sus empleados que no hay mayor barrera que la que nos ponemos nosotros mismos.

      Muchas gracias por participar en mi blog.

      Un fuerte abrazo.

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  5. Enhorabuena Javier!!!, lo comparto en las Redes

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    1. Gracias Javier, me alegra que te guste!!

      Un fuerte abrazo.

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