Son muchos los autores, la mayor parte de ellos psicólogos, neuropsicólogos, psicobiólogos e incluso neurocientíficos los que prestan una atención especial a las emociones dentro del comportamiento humano y como ellas pueden ser determinantes para alcanzar aspectos positivos en los desempeños diarios de las personas, en sus comportamientos, actitudes, motivaciones, en su capacidad de aprendizaje, e incluso a la hora de analizar a la contraparte de una negociación.
Daniel Goleman, Lawrence
Parsons o Richard Davidson son algunos
de los investigadores y precursores de esta Inteligencia Emocional ( I.E.) como
una parte fundamental de la vida para el desarrollo del ser humano.
Goleman , es un defensor de
las emociones sobre el intelecto, intenta explicar que gracias al control y la
gestión de las emociones, podemos dar
respuesta a preguntas como - ¿Por qué algunas personas parecen dotadas de un don
especial que les permite vivir bien, aunque no sean las que más se destacan por
su inteligencia? ¿Por qué no siempre el alumno más inteligente termina siendo
el más exitoso? ¿Por qué unos son más capaces que otros para enfrentar
contratiempos, superar obstáculos y ver las dificultades bajo una óptica
distinta? - , entender nuestros sentimientos y los de los demás, empatizar con las
personas, dirigir nuestros pensamientos, actuar positivamente, etc… son
algunos de los aspectos que podemos conseguir con el desarrollo de esta inteligencia
emocional.
Parsons y Davidson entran dentro del campo de Goleman pero a
través de un camino diferente, nos señalan que la Inteligencia Emocional no es
más que el control y la gestión de las emociones negativas ante la aparición de
una situación frustrante y a través de
esta I.E. volver al estado inicial emocional.
Para conseguir esta I.E. y logar resultados positivos en los seres
humanos, deberíamos de actuar a través del entrenamiento del comportamientos (Habilidades
conductuales) sobre todo en los niños, algunos investigadores dicen que
incluso durante el embarazo de los mismos.
Por otra parte, esta
inteligencia emocional intenta buscar o crear entornos positivos
donde adultos y niños puedan seguir
desarrollando esta competencia, para ello cita algunas prácticas como la
meditación.
Iván
Suárez Vázquez.
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