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lunes, 18 de marzo de 2013

Recordando a la temible figura del Director de RR.HH

Qué cierto era, que hace tan solo algunos años, todos teníamos una imagen bastante turbia y confusa de los profesionales del área de recursos humanos, en concreto de los directores de recursos humanos.

Ese señor mal educado, temible, todopoderoso que cuando se cruzaba con sus trabajadores por los pasillos no susurraba ni siquiera los buenos días.

Esa persona cuyo afán único era controlar y vigilar que todo el mundo estuviese en su puesto de trabajo cumpliendo con sus deberes. En ocasiones también era el que aparecía en el despacho, y en ese justo momento se hacia un silencio sepulcral en la oficina, nadie se atrevía a hablar, y por supuesto nadie quería ser llamado por él, ya que la opción más probable si le llamase era la de: "Está usted despedido".



Definitivamente la imagen de los profesionales de los recursos humanos estaba totalmente contaminada y que conste que en muchas ocasiones ésto no era culpa de aquel director de recursos humanos, ya que no era más que la marioneta de aquel director general que lo utilizaba como dispositivo para controlar sus recursos, porque sí, las personas en estas empresas no eran más que recursos como podían serlo la maquinaria o las mesas y sillas que estaban en las oficinas.

De esa figura temible que controlaba y despedía a los recursos de la empresa, gracias a dios, hemos evolucionado a un líder esencial en el organigrama de la misma y no porque realice las tareas de control y desvinculación, que evidentemente siguen estando entre sus funciones, sino porque es el principal precursor  de la única constante segura en estos tiempos, el cambio.

Va a ser la pieza clave en la comunicación, en generar confianza en sus trabajadores, en convertir valores en creencias, en la gestión del talento de sus trabajadores,  en definitiva en reinventar constantemente la empresa.

El bien más preciado que puede tener una empresa hoy día es su capital humano, no me gusta hablar de recursos porque las personas hemos dejado de ser recursos para las empresas hace muchos años, es preciso que hablemos de capital humano, éste será capaz de crear productos, innovar, reinventar, mejorar la productividad llevando hasta el éxito a sus empresas.

Por eso es preciso que como director de capital humano reúnas las siguientes competencias esenciales:

-Haz valer tu departamento, ya sabes la importancia que éste tiene en el éxito de tu empresa, pero ahora tienes que saberlo comunicar al director general y éste sin duda te colocará en las primeras posiciones de su cadena de prioridades.

-Precursor del cambio y ejemplo de la cultura de la empresa.

-Saber escuchar y a la vez ser una persona comunicativa.

-Ser educado y mantener siempre la calma incluso en situaciones extremas.

-Ser positivo, ofrecer siempre una sonrisa a tus empleados.

-Saber generar confianza, ya que ésta sera la clave de que la productividad de tus trabajadores aumente, los talentos florezcan y el buen clima se quede para siempre en tu empresa.

-Premiar a los buenos. Eres bueno, amable, positivo, respetuoso, pero también eres justo, y premias a aquellos que se esfuerzan día a día por ser los mejores, por desarrollar sus talentos, y por lo tanto dejas en evidencia a aquellos que no ofrecen el 100% de sus posibilidades, que no encajan en la cultura de tu empresa, por ello será necesario que les des un toque de atención de esta forma.



¡¡Qué lejos quedó aquel directivo de rostro ceñido y agrio al que tanto temíamos!!


¡Feliz semana a todos!

Javier García Rubio.

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